El laísmo es el nombre que recibe el uso de los pronombres átonos no reflexivos la (en singular) y las (en plural) con la función sintáctica de Objeto Indirecto (OI). Su origen etimológico remite a los demostrativos latinos en acusativo illam e illas, respectivamente, con la función sintáctica primaria de Objeto Directo (OD):
Singular | Plural | ||||
Masculino | Femenino | Neutro | Masculino | Femenino | |
Acusativo (OD) | ĭllŭm > lo | ĭllăm > la | ĭllŭd > lo | ĭllōs > los | ĭllās > las |
Dativo (OI) | ĭllī > le | ĭllīs > les |
Tabla 1. Sistema etimológico de pronombres átonos de 3ª persona no reflexivos en español.
La conservación del caso etimológico correspondiente a la función sintáctica de OI obligaría a utilizar le, les, derivados de los demostrativos latinos en dativo illi, illis, con indiferencia de los rasgos de género que posea el referente (en la tabla 1, en verde). Así pues, la innovación romance consistió en el empleo de las formas de acusativo de género femenino (en la tabla 1, en naranja) con una función nueva, la de OI. De esta manera, en dativo, prima la expresión del género femenino del referente pronominal sobre el caso morfológico.
El laísmo no es exclusivo del español. En el territorio iberorromance medieval, Dardel (2003) también lo documenta en las variedades leonesa y catalana e incluso se registra en variedades extrapeninsulares diversas, como el antiguo occitano de Rosellón, el gascón, algunas variedades de la Galorromania y el rumano.
Los primeros ejemplos de laísmo singular y plural en español antiguo proceden del siglo XIII, de documentación notarial y de manuscritos originales del scriptorium de Alfonso X el Sabio emitidos en el oriente de Castilla o en zonas colindantes (Matute, 2004):
- Conosida cosa sea a todos los omnes que esta carta vieren que yo Martín Roiz de Piedro, la empeño Rovres a doña Sancha, mio avuela, con montes, e con campos, e con aguas, e con yervas e con cuantos derechos yo é en Rovres del cielo fata la tierra por CC e L maravedís menos uno (1260, [La Rioja], CODEA 0809).
- [...] conozco que vendo estas casas e estas dos pieças e esta viña sobredicha assí como encierran estas afrontaciones que dichas son desuso con todas sus entradas e con todas sus exidas e con acuas e con <…> e con todas las cosas que sobredichas son e con todos los derechos que la pertenece e pertenecer devo por cualquier raçón del cielo fasta en la tierra a vós los dichos abat e convento de Fitero (1287, [Navarra], CODEA 0890).
- E las estrellas fixas, los coraçones e las que las semejan, las que son de naturas de las infortunas matan e demuestran entrepieços grandes (Libro conplido en los iudizios de las estrellas, 1254, 146v).
El laísmo llegó a formar parte del sistema pronominal del español peninsular culto al menos hasta 1796, cuando la Real Academia Española estableció que los únicos pronombres empleados con función de OI deberían ser le, les, conforme a la etimología latina y al uso mayoritario en los países hispanohablantes. Desde entonces, el laísmo quedó relegado a variedad coloquial propia del área de Castilla y León, Madrid y Castilla La Mancha y zonas adyacentes, donde se documenta el sistema de pronombres en el que se integra: el sistema referencial reflejado en tabla 2. Para los hablantes que lo utilizan no es pertinente el caso en la selección del pronombre, sino las características semánticas de su referente: el carácter discontinuo o continuo, el número y el género. Estos parámetros en conjunto determinan la aparición del laísmo junto al loísmo y al leísmo, así como el empleo de lo con referencia plural acumulativa masculina o singular femenina como manifestación del carácter no contable del referente.
| Referentes discontinuos | Referente neutro y referentes continuos masculinos y femeninos | |||
Singular | Plural |
lo | |||
Masculino | Femenino | Masculino | Femenino | ||
OD OI | le | la | les (tipo A) los (tipo B) les~los (tipo C) | las |
Tabla 2. El sistema referencial del español actual (con los subtipos A, B y C), adaptado de Fernández-Ordóñez (1994).
Rufino José Cuervo (1895) observó que la variación en la asignación del caso dativo o acusativo al objeto de ciertos predicados remite al latín; por tanto, el régimen seleccionado por los verbos castellanos correspondientes (p. ej. rogar, preguntar) no constituye una verdadera pérdida o confusión casual, ni probablemente tampoco en otras estructuras de transitividad opaca con variación de régimen romance o con reanálisis de los actantes en el predicado (puede consultarse una relación en Matute 2004: 116-118).
Rafael Lapesa (2000 [1968]) y María Teresa Echenique (1981) concretaron el desarrollo de la confusión casual de estos pronombres con abundantes datos históricos que mostraban lo tardío de algunas innovaciones como el laísmo, que no documentaron antes del siglo XIV. Echenique (1981) utilizó por primera vez la denominación de “sistema referencial” para el sistema innovador respecto al latín donde priman los rasgos semánticos del referente (género, animación y número) frente a la función del pronombre. A partir del siglo XVI se percibe una frecuencia mayor de uso y con ello se supone que cobró fuerza tras la Edad Media, más allá de Castilla y su área de influencia, como otros empleos pronominales no distinguidores gracias a factores de índole sociolingüística (García Martín 1987, García Godoy 2002).
Klein-Andreu (1981, 2000) y Fernández-Ordóñez (1994) pusieron en relación los usos confundidores de caso con otras manifestaciones de la anulación de otras categorías gramaticales como el género y el número, relacionadas estas además con la expresión morfológica del neutro de materia propio de la variedad astur-leonesa. De esta manera completaron la caracterización del sistema pronominal referencial actual (en la tabla 2) y, siguiendo una metodología sociolingüística y dialectal moderna, pudieron determinar con exactitud los factores extralingüísticos que operan también en la variación: el origen dialectal del hablante, su estrato social y el contexto comunicativo. Además, Fernández-Ordóñez (2001) reconstruyó históricamente la génesis del sistema referencial en el área original del castellano, asumiendo la hipótesis de que el contacto de esta lengua con otras variedades romances como el cántabro y el castellano hablado por vascos bilingües dio lugar a una serie de reanálisis cuyo fruto es el sistema que deja entrever, pero no confirmar, la documentación de estudios previos. En Matute (2004) se siguió la misma metodología para estudiar el castellano del siglo XIII y principios del siglo XIV y se pudo confirmar, con documentación de fecha segura, y en parte con lugar de emisión fidedigno, que la conformación del sistema referencial estaba ya avanzada, aunque su configuración antigua dista mucho de la actual. Ante todo, porque la categoría de caso aún entonces determinaba en gran medida el uso de los pronombres. La adscripción plena del laísmo a este sistema resulta, según este estudio, evidente, porque los casos de la y las con función de OI únicamente poseen referentes discontinuos en singular.
Los estudios más recientes de Sánchez-Prieto y Vázquez Balonga (2018) y Sánchez-Prieto (2019) se centran en la observación de la lengua antigua en el área de Madrid y Toledo y llegan a la importante conclusión de que el laísmo, como otros empleos referenciales de los pronombres, no fue empleado en esa zona hasta el siglo XVI; el asentamiento de este sistema pronominal innovador debió de producirse con posterioridad a la época aquí observada.
El mapa del AHE se ha obtenido a partir de búsquedas de las siguientes formas pronominales plenas en el corpus CODEA+22: la, las, y le, les. Los primeros se han separado manualmente de otros usos no pronominales, tras lo cual se han analizado las ocurrencias con función de Objeto Indirecto hasta el siglo XVI, incluido.
Recuento de formas en CODEA+22 | Pronombres átonos | Objetos Indirectos con referente femenino hasta 1599 | |
Le | 5820 | 5820 | 137 |
Les | 2524 | 2524 | 26 |
La | 56008 | 4097 | 10 |
Las | 15994 | 1147 | 2 |
Tabla 3. Recuento de formas pronominales con referente femenino en CODEA+22.
Como puede apreciarse, el número de referentes femeninos con función de OI es muy bajo, hecho que coincide con los corpus de estudios previos. Tal escasez podría deberse a que la documentación medieval no presenta en abundancia las condiciones apropiadas para detectar el uso “real” (son escasos los pronombres con función de OI que posean referentes femeninos, condición indispensable para que se utilice el laísmo).
El ejemplo más antiguo que refleja el mapa del AHE pertenece a un documento de Guadalajara de 1370. En plural, aparece por primera vez en un diploma de 1430 realizado en Salamanca, es decir, en el extremo opuesto en los límites de Castilla. Podemos suponer un continuum en el uso, pero hemos de esperar dos siglos para documentarlo. Los datos del corpus CODEA+22 corroboran la escasez del laísmo hasta el siglo XVI en español, lo cual refrenda las observaciones de estudios previos. Ahora bien, la documentación con la que contamos es mucho más abundante: los puntos en verde del mapa muestran las localizaciones en que se encuentra la innovación romance, y los puntos en rojo aquellas en las que no, aun siendo posible.

La documentación de origen oriental aproximado en el siglo XIII y seguro en el XIV permitiría asegurar la continuidad del uso en el tiempo y el espacio.

Gracias a esa documentación constante, el foco de la innovación podría situarse en esta área oriental, pero, para confirmarlo, se requiere un mayor número de datos. De ser así, hoy día esas zonas carecen de empleo laísta y suponemos el retroceso dialectal del uso. También aparece en otras áreas no referenciales: Cantabria y Salamanca. Conforme a la hipótesis de Dardel (2003), el uso podría mostrar la extensión del laísmo leonés hacia el sur, y quizás también al este, en la franja norteña.
Es muy llamativo que las localizaciones halladas resultan coherentes con la distribución actual del sistema referencial solo a partir de 1500: Valladolid, Madrid (tanto en singular como en plural) y Segovia. Hallamos otro caso en Cádiz, de nuevo en territorio no referencial.

El primer ejemplo de laísmo en el siglo XIV, localizado en Guadalajara, procede de un diploma emitido en ámbito particular, y ello podría ser índice del carácter autóctono del uso laísta en el oriente. Este sería el caso también de las ocurrencias en Madrid y Molina de Aragón, posteriores en el tiempo, aunque conviene manejar esta idea con cierta cautela: en Cádiz aparece en un diploma del mismo tipo, local, pero no cabe suponer que tal laísmo sea autóctono de esa área; el documento podría haber sido realizado por una persona proveniente del norte. Por su parte, en Cantabria, Salamanca y Segovia, el laísmo aparece en documentación eclesiástica, y este origen social también puede suponerse como índice fiable de su empleo autóctono, pues en las instituciones religiosas solían trabajar personas del área. Finalmente, el único ejemplo de laísmo en un diploma emitido por la cancillería se registra en Soria, la misma zona oriental de donde proceden las primeras documentaciones y no permite corroborar el origen de la confusión, por su ámbito de emisión. Pero sí testificaría el uso en ámbitos diversos de la sociedad.
En estudios posteriores deben incluirse variantes formales como lla, llas, el pronombre apocopado l’, los pronombres enclíticos a infinitivos o gerundios, los que aparecen en predicados de régimen variable, las ocurrencias en diplomas sin fecha o lugar seguros, y a modo de control las formas pronominales externas al territorio español actual.
Para corroborar los aspectos aquí destacados se requiere el análisis de una documentación más amplia en número, y a ser posible procedente de áreas aún no revisadas, como la que puede ofrecer el corpus CHARTA en su nueva versión.
El laísmo singular y plural manifiesta una indistinción casual minoritaria en español hasta el siglo xv. La primera documentación procede del oriente castellano en el xiii, se confirma aparentemente en el xiv y surge también en áreas no castellanas como Cantabria y Salamanca. A partir del siglo xvi, se consolida el uso, tal cual evidencia la expansión geográfica a otras áreas no castellanas, y aumenta la frecuencia de uso. Pero su expansión más significativa no comenzó hasta un siglo después.
Cuervo, Rufino José (1895): “Los casos enclíticos y proclíticos del pronombre de tercera persona en castellano”, Romania, XXIV, 95-113 y 219-263.
Dardel, Robert de (2003): “Le syncrétisme du datif et de l’accusatif dans le pronom ille”, Revue de Linguistique Romane, 67, 405-430.
Echenique Elizondo, María Teresa (1981): “El sistema referencial en español antiguo: leísmo, laísmo y loísmo”, Revista de Filología Española, LXI, 113-157.
Fernández-Ordóñez, Inés (1994): “Isoglosas internas del castellano. El sistema referencial del pronombre átono de tercera persona”, Revista de Filología Española, LXXIV, 71-125 <http://www.corpusrural.es/publicaciones/1994/1994_isoglosas.pdf>.
Fernández-Ordóñez, Inés (2001): “Hacia una dialectología histórica. Reflexiones sobre la historia del leísmo, el laísmo y el loísmo”, Boletín de la Real Academia Española, LXXXI: CCLXXXIV, 389-464 http://www.corpusrural.es/publicaciones/2001/2001_hacia_una_dialectologia.pdf.
García Godoy, María Teresa (2002): “Notas sobre el leísmo en la historia del español de Andalucía (s. XVIII)”. En María Teresa Echenique Elizondo y Juan Sánchez Méndez (eds.): Actas del V Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española. Madrid, Gredos. 645-655.
García Martín, José María (1987): “Nota sobre el leísmo en dos autores andaluces del siglo XIX”, Anuario de Lingüística Hispánica, 3, 99-122.
Klein-Andreu, Flora (1981): “Distintos sistemas de empleo de le, la, lo. Perspectiva sincrónica, diacrónica y sociolingüística”, Thesaurus, 36, 284-304.
Klein-Andreu, Flora (2000): Variación actual y evolución histórica: los clíticos le/s, la/s, lo/s, Múnich, Lincoln Europa.
Lapesa, Rafael (2000 [1968]): “Sobre los orígenes y evolución del leísmo, laísmo y loísmo”. En: Estudios de Morfosintaxis Histórica del español, Madrid, Gredos, vol. 1, pp. 279-310 (1ª ed. de 1968 en K. Baldinger (ed.): Festschrift Walther von Wartburg zum 80. Geburtstag, Tübingen, Max Niemeyer, 1968, 523-551).
Matute, Cristina (2004): Los sistemas pronominales en español antiguo. Problemas y métodos para una reconstrucción histórica, Madrid, Universidad Autónoma / Ed. de la Autora <http://corpusrural.es/publicaciones/2004/2004_sistemas.pdf>.
Sánchez-Prieto Borja, Pedro y Delfina Vázquez Balonga (2018): “Toledo frente a Madrid en la conformación del español moderno: el sistema pronominal átono”, Revista de Filología Española, XCVIII, 1º, enero-junio, 185-215 <https://xn--revistadefilologiaespaola-uoc.revistas.csic.es/index.php/rfe/article/view/1220/1510>.
Sánchez-Prieto Borja, Pedro (2019): “La llamada norma toledana a la luz de las fuentes documentales”. En Viorica Codita (ed.), Eugenio Bustos Gisbert y Juan Pedro Sánchez Méndez (coords.): La configuración histórica de las normas del castellano, Valencia, Tirant Humanidades, 19-49.